Tres de la mañana y el vecino no le baja a la fiesta, sí, entiendo que todos lo hemos hecho alguna (o más) veces en la vida, pero no un domingo en un edificio de departamentos. En ese momento lo grinch se te sube hasta las orejas y sólo piensas: “ojalá no existiera la música” ok, no.
Cuando vives sol@ en tu depa una de las cosas que más disfrutas es poder oír tu música favorita al volumen que se te antoje y todo el día, si así lo quieres; incluso hasta hay canciones o creas listas que te acompañan en labores diarias como: “música para planchar”, “música para estudiar” o “pa’ la fiesta”, también están las típicas que cantas en el baño o ese disquito que sólo sacas cuando viene tu querers.
¿Qué tiene la música que la hace tan indispensable? Checa esto:
- Libera dopamina. Sí, ésa que nos hace sentir bien y tranquilos, la cual es consecuencia de liberar emociones al escuchar distintos géneros o artistas. La sensación de escuchar música es muy parecida a la de comer nuestro alimento favorito o dormir profundamente.
- Ejercita el cerebro. Al reconocer el ritmo de la melodía, su tono y la letra de la canción, ejercitamos distintas neuronas en varias áreas de la estructura cerebral.
- Reduce la ansiedad. Al liberar dopamina, el riesgo de ansiedad es menor. Es un calmante natural.
- Mejora la memoria y el aprendizaje. Cuando queremos concentrarnos solemos tener la costumbre de encerrarnos y poner un poco de música, o si el cuarto se encuentra lejos, de ponernos unos buenos audífonos y estudiar de manera efectiva. Claro que hay que escuchar la música que no nos distrae, de preferencia música clásica o sin letra.
- Mejora la presión arterial. Al encontrarnos tranquilos, se desacelera el ritmo cardiaco y la respiración es más lenta. En consecuencia baja el estrés y nuestra presión es la adecuada.
- Causa mejor movilidad física. Al encontrarse relajados, las articulaciones y músculos se destensan y tienen una mejor vitalidad.
- Mejora tu estado de salud. En caso de tener enfermedades como Parkinson, Alzheimer o algún problema neurológico, te ayuda como terapia.
¿Cómo ves? Ahora cuando una vecina grinch (como yo en este momento) te vaya a tocar pidiendo que le bajes dos rayitas, cuéntale todos estos beneficios e invítala a la fiesta, no hay nada que la música no cure.
